El oso es un animal valiente, en la tradición nórdica
este animal era muy respetado, basta ver en ciertos vikingos, los guerreros
berserker que según la leyenda se animaban por el espíritu del oso y entraban
en trance en modo tan violentos que salían hacia la batalla con sus manos desnudas para
desafiar ejércitos enteros.
El oso es el símbolo de la fuerza!
Esto puede expresarse en diferentes niveles de existencia.
A través de la fuerza física, que da energía para alcanzar los objetivos que se fija en la vida.
Pero también, la fuerza mental, la que nos empuja a superarnos para enfrentar las pruebas y realizar nuestras ambiciones.
También puede ser la fuerza emocional de creer en nuestros sueños para no dejarnos caer cuando golpes duros nos golpean.
En resumen, el oso representa el logro y la felicidad, la capacidad de emprender y tener éxito en nuestras vidas.
Sentimientos
Este es un momento en que el consultante va a defender valientemente
todas las cosas que cree justas.
Lo hará con fervor y determinación, esto puede
tender a irritar a algunas personas que verían al consultante una forma de
agresividad equivocada.
Para otros, esta fuerza de carácter seducirá, en ambos
casos, el consultante no dejará indiferente a la gente con la que se va a
cruzar.
Todas las injusticias que pudieran expresarse frente a esta persona no carecerán de consecuencia, el consultante actuará con espíritu de caballería, defendiendo las situaciones más débiles y desesperadas.
A nivel personal, será capaz de asegurar la estabilidad en el campo de las emociones, ya sea en un nivel amistoso o amoroso, hay una seguridad que se asienta en la vida de este último.
Todas las injusticias que pudieran expresarse frente a esta persona no carecerán de consecuencia, el consultante actuará con espíritu de caballería, defendiendo las situaciones más débiles y desesperadas.
A nivel personal, será capaz de asegurar la estabilidad en el campo de las emociones, ya sea en un nivel amistoso o amoroso, hay una seguridad que se asienta en la vida de este último.
